Patricia Díaz-Caneja

Sumario

  1. Introducción
  2. Los hábitos como medios para conseguir objetivos
  3. Consejos previos
  4. Actividades

1. Introducción

Lo ecológico está de moda. Al fin nos hemos dado cuenta de que hay que respetar el medio ambiente, de que la naturaleza es el bien más preciado con el que contamos. Hoy tenemos alimentos ecológicos, autobuses ecológicos, la educación ambiental es una de las materias transversales de los colegios, debemos reciclar productos y utilizar productos reciclados.

Como no podía ser de otro modo, la corriente ecológica ha llegado también a la educación y el aprendizaje. Hoy se habla de métodos naturales y ecológicos para definir un tipo de aprendizaje lo más natural posible, basado en las intervenciones naturales y casi innatas de las madres con sus hijos. Se habla de los trucos de las abuelas, de la vuelta a las canciones populares, a los juegos clásicos y a los materiales más naturales.

Resulta paradójico que doctores en educación, medicina, psicología, etc., escriban artículos o den consejos que perfectamente podrían haber dado las amas de cría, las institutrices, o las madres del pasado siglo.

Lo cierto es que en educación temprana se ha visto que la mejor estimulación es la ejercida en un ambiente natural donde el cariño y el sentido común son las principales herramientas. Desafortunadamente, a menudo la llegada de una persona con síndrome de Down bloquea este instinto, y los padres o los profesionales a veces buscan el mejor juguete, el mejor libro, el mejor método, cuando lo tienen delante y es el más sencillo.

Los artículos con los que hoy se introduce esta sección, y los que sucesivamente se vayan incluyendo, pretenden mostrar las claves de este tipo de aprendizaje, de manera que sean de utilidad tanto a padres como a profesionales. 

2. Los hábitos como medio de conseguir objetivos

A menudo se comenta que los padres no son profesionales, ni deben serlo. Pero, sabemos que la mejor estimulación es la que se realiza en el hogar, la ejercida por los padres y hermanos, dentro de un contexto natural. Es lo que se llama método de aprendizaje natural o ecológico.

En algunos países es el método más utilizado. Es el caso de EEUU, donde la estimulación se lleva a cabo en el propio hogar de la familia. Hasta éste se traslada el profesional o profesionales, que realizan la valoración y seguimiento del niño, y junto con los padres establecen una programación. Los avances y ventajas de esta metodología son importantes.

Sin embargo, esta metodología no siempre es fácil de desarrollar, ya que influyen multitud de factores: trabajo fuera del hogar de ambos progenitores, necesidad de más profesionales, económicamente es más caro, etc. Por ello, en España no suele realizarse, o al menos de manera generalizada.

En la mayoría de los casos el profesional se reúne con la familia, o con los profesores, pero la intervención suele llevarse a cabo en un centro especializado, en sesiones de entre 45 y 60 minutos. Los profesionales deben, sin embargo, dar pautas a los padres sobre cómo ampliar las actividades que han sido estructuradas en el centro, en un ambiente más o menos artificial, para convertirlas en actividades cotidianas que se realicen en el hogar. Por ejemplo, en el centro se pueden trabajar los alimentos, pero habitualmente no se cocina de verdad, ya que hay poco tiempo, y no se dispone de los medios. La metodología es diferente. En cambio en casa, hay cosas que se pueden hacer con facilidad.

Es muy importante dar funcionalidad a lo que se realiza. Por ejemplo, si en el centro de atención temprana se ensartan cuentas en una cuerda, en casa se puede hacer lo mismo pero con el objetivo de hacer un collar.
Sin embargo, a los padres no siempre les resulta tan fácil incluir los objetivos que se han planteado con sus hijos, dentro de las actividades cotidianas y las rutinas. Es lógico, ya que ellos no son profesionales de la educación, y lo que parece obvio para un profesional de la atención temprana, no tiene por qué serlo tanto para un profesional de otro ámbito.

Por ello, estas páginas pretenden facilitar esta tarea que los padres y hermanos de personas con síndrome de Down  pueden realizar en casa, tratando de dar ideas y ejemplos de cómo adaptar las actividades diarias para convertirlas en ricos y divertidos medios de aprendizaje.

3. Consejos previos

La incorporación de los aprendizajes a las actividades que resultan rutinarias y a los hábitos de la familia o del niño requiere de la planificación y el apoyo del profesional, así como de la información que aporte la familia.

Por ello, lo primero es establecer la actividad rutinaria en la que se van a incorporar los aprendizajes. Para ello, la familia elegirá una actividad que interese al niño, ya sea ayudar a poner la mesa, preparar la comida, hacer las camas, meter la ropa en la lavadora, bañarse, separar la ropa de color de la blanca, vestirse, etc.

Debe ser algo que a su madre, padre o abuelos no les cueste demasiado trabajo hacer, y que no requiera de excesivo cuidado por su parte. Debe de ser algo que dominen, y a lo que además puedan dedicar más tiempo del necesario, es decir, que estén dispuestos a "perder" más tiempo en hacer algo, ya que la ayuda del niño probablemente hará que la actividad sea más lenta.

Deben hacerse en un momento del día tranquilo. Por ejemplo, si la hora de la cena es un poco estresante, o la del baño, es mejor elegir otro momento.

4. Actividades

4.1. Relacionadas con la ropa y el vestir

Síndrome de Down Relacionadas con la ropa y el vestir

4.2 Para realizar en el coche/auto

Síndrome de down Para realizar en el coche/auto

4.3 Relacionadas con el baño

Relacionadas con el baño

4.4 Relacionadas con la comida

Relacionadas con la comida