Jesús Flórez
Fundación Síndrome de Down de Cantabria
Fundación Iberoamericana Down21
Para conocer y profundizar en las razones por las que las personas con síndrome de Down presentan problemas de aprendizaje, que se van manifestando a lo largo de los primeros años de su vida, es preciso analizar las particularidades que presenta el cerebro de las personas con síndrome de Down, como consecuencia del desequilibrio originado por el exceso de información de los genes presentes en el cromosoma 47 (el extra del par 21)m tanto su estructura como en su función.
Ciertamente, estas alteraciones pueden ser distintas de una persona a otra, tanto en su intensidad o grado como en su ubicación o localización dentro del cerebro. Esto explica la enorme variabilidad en las capacidades cognitivas que puede existir de entrada entre una persona con síndrome de Down y otra.
Pero no hay que olvidar que también existe una gran diversidad del ambiente educativo y familiar que rodea al niño desde su nacimiento, y que tanto contribuye al desarrollo social e intelectual del individuo.
Es preciso analizar primero cuáles son las bases del aprendizaje. Posteriormente y en sucesivos artículos, se expondrán las principales alteraciones y problemas que observamos en las personas con síndrome de Down y su evolución a lo largo del crecimiento. Simultáneamente, se aportarán las soluciones y métodos pedagógicos que se han ideado para mejorar las capacidades cognitivas de los niños y contribuir así a su mejor desarrollo. Ésta será la base de su real autonomía y calidad de vida cuando alcance la edad adulta.
Bases fundamentales del aprendizaje
Aprender es el proceso por el cual adquirimos una determinada información y la almacenamos, para poder utilizarla cuando nos parece necesaria. Esta utilización puede ser mental (p. ej., el recuerdo de un acontecimiento, concepto, dato), o instrumental (p. ej., la realización manual de una tarea). En cualquier caso, el aprendizaje exige que la información nos penetre a través de nuestro sentidos, sea procesada y almacenada en nuestro cerebro, y pueda después ser evocada o recordada para, finalmente, ser utilizada si se la requiere.
Por ello, los procesos que consideramos esenciales van a ser la motivación, la atención, la memoria y la comunicación. En íntima asociación a esos procesos se va a encontrar el mundo de las emociones. La cognición elaborada con esas bases y con la contribución ineludible del mundo emocional, influirá decisivamente sobre la dimensión última de la actividad humana: su función ejecutiva.
Atención
Mediante los sistemas que nuestro cerebro posee para regular la atención, los objetos y acontecimientos externos (visuales, auditivos, etc.) primero evocan o llaman nuestra atención, haciendo que nos orientamos hacia algo concreto y nos desentendamos (nos desenganchemos) de los demás estímulos; así estamos preparados para captar el mensaje que nos llega. En una segunda fase, si ese acontecimiento o mensaje continúan y consideramos que vale la pena seguir recibiéndolos, ponemos de nuestra parte y mantenemos la atención, la prestamos (incluso, a veces, decimos que "ponemos los cinco sentidos"). Y si nos interesa en grado superlativo, nuestra atención se enfrasca en el objeto. Ya podemos adelantar que nuestros intereses (motivación, afecto) van a influir decisivamente en la operatividad de nuestra atención.
Pues bien, en la atención intervienen varias áreas y núcleos del cerebro. Unos están relacionados con las áreas responsables de recibir y, sobre todo, de integrar la información que nos llega por los sentidos. Otros están relacionados con la retención inmediata de la información para saber de qué va, y para contrastar su importancia ("¿es nueva o ya conocida?, ¿vale la pena retenerla?, ¿vale la pena seguir recibiéndola?, ¿me interesa?"). Otros están encargados de rechazar y filtrar todo aquello que nos pueda distraer y cambiar el objeto de nuestra actual atención.
Motivación
Es la propiedad que nos impulsa y capacita para ejecutar una actividad. Por eso se encuentra tanto en la base de atención (porque si no estamos motivados no mantendremos la atención y menos aún llegaremos a enfrascarnos), como en la base de la memoria (como elemento de reforzamiento importantísimo: cómo recordamos lo que más nos afecta), y en la base de la realización de cualquier actividad: nos impulsa a la acción.
La motivación tiene que ver mucho con la afectividad que, en su aspecto positivo, nos inclina, nos atrae o nos une hacia un objetivo determinado; y en su aspecto negativo nos repele, nos disgusta, nos amenaza.
La motivación nos hace superar cansancios y dificultades. La falta de motivación nos frena en la realización de tareas. En su ejecución intervienen importantes núcleos cerebrales (muy especialmente la amígdala, pero también diversas áreas cerebrales). Verás una amplia explicación de las características, propiedades de la motivación y de los mecanismos cerebrales que intervienen en estas dos páginas del Portal:
Memoria
La memoria es un proceso que nos permite registrar, codificar, consolidar y almacenar la información de modo que, cuando la necesitemos, podamos acceder a ella y evocarla. Es, pues, esencial para el aprendizaje. Y ya veremos en qué grado depende de la atención que prestemos. La memoria no es única sino que adopta distintas formas que dependen de estructuras cerebrales muy distintas.
Comunicación
La comunicación es fundamental para captar cualquier tipo de información verbal, sea visual o auditiva, y por consiguiente, para aprenderla. Pero en la especie humana, la comunicación en cualquiera de sus formas ha adquirido tal grado de protagonismo que se ha convertido en elemento que influye de modo decisivo sobre los otros tres grandes procesos del aprendizaje. Por eso, la comunicación necesita de amplias zonas del cerebro y de complicados mecanismos de funcionamiento que aseguren la comprensión y la expresión de lo comunicado, sea a través de la expresión corporal y gestual, o del lenguaje en sus variadas formas, de las que el oral es muy importante pero no el único.
Comunicación es intercambio que exige atención, recuerdo y motivación. Pero, a su vez, si la comunicación se establece sobre bases firmes, favorece la atención, el recuerdo y la motivación. Es el elemento lubrificante y facilitador de los otros tres.
Dada la frecuencia con que las personas con síndrome de Down manifiestan problemas de lenguaje oral, le prestamos particular atención en una sección propia que verá accediendo al menú principal de EDUCACIÓN, Comunicación.
En conclusión
Sentadas las bases del aprendizaje (atención, memoria, motivación, comunicación y función ejecutiva), estamos en condiciones de analizar cuáles son los principales problemas que apreciamos en los niños con síndrome de Down en cada una de estas dimensiones, para aplicar sistemas de intervención que les ayuden a iniciar y avanzar en su proceso de aprendizaje. Los iremos abordando poco a poco.
Actualizado para DownCiclopedia en 2016