No querríamos caer en la tentación de empezar estas líneas diciéndote lo que toda madre escucha después de tener un recién nacido con síndrome de Down, porque tal vez no quieras escucharlo en estos momentos. En cualquier caso te damos la bienvenida a DownCiclopedia y la oportunidad de que empieces a ver las cosas, al menos, desde otra perspectiva. Tienes una ventaja a tu favor: este portal es de todos y para todos. Por lo tanto, hay cabida para todo un mundo de sentimientos que se encontrarán a lo largo de un recorrido que acaba de empezar para ti y empezó hace algún tiempo para otros. El nacimiento de tu hijo ha marcado - y lo hará para siempre - un antes y un después en tu vida, y serás tú quien vaya viendo si ha sido para bien o para mal. Lo único que te aconsejamos es que no le pongas límite a ese tiempo en espera de la respuesta, porque caerás en la equivocación. Respetamos y amparamos tu libertad de sentir y expresar cuanto pienses:

  • Tristeza - alegría
  • Culpabilidad - inocencia
  • Incomprensión - clarividencia
  • Angustia - tranquilidad
  • Lágrimas - una sonrisa
  • Horror - maravilla
  • Deseos de morir - empezar a vivir
  • Desaparecer - hacerse más presente que nunca
  • Volver al pasado - mirar al futuro
  • Haberlo evitado - ver una realidad
  • Falta de respiración - respirar al fin
  • Un mal sueño del que se va a despertar - un despertar con el que muchos sueñan
  • Un odio - un amor ...

...y un miedo infinito que, aunque cueste creer, termina por dar una seguridad hasta entonces desconocida.

Es posible que aún queden cosas por sentir porque no hay nada más natural, libre y vivo que los propios sentimientos de las personas y es saludable darles rienda suelta.

Lo que desde luego no te va a ayudar en absoluto es esconderte tu misma de todo aquello que recorre tus pensamientos en determinados momentos.

Somos seres humanos, personas, ni ángeles ni demonios y, en situaciones como esta, es necesario sentir.

No eres culpable ni lo serás nunca de un error genético que existe y de momento seguirá existiendo y que es estudiado por científicos, médicos, investigadores y genetistas.

Es nuestra obligación decirte, sin embargo, que tu hijo o hija es tan persona como tú y tu labor, como madre, es quizá guiarle como guiarás a los otros que ya tienes o tendrás.

Si no quieres convertir en problema algo que, hoy en día, ha dejado de serlo: lucha por él.

Aún no hay nada en este mundo capaz de vencer la perseverancia, la fuerza y el valor que desarrolla una madre por sacar adelante a sus hijos. Y tú eres una de ellas.

 

Beatriz Gómez-Jordana