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Quinta Parte
Cómo ayudar a vuestro hijo a recuperarse del abuso sexual

Al tratar de los efectos posteriores del abuso sexual se necesita una energía, una atención y un apoyo considerables. Lo que indicamos a continuación identifica estrategias que los investigadores han mostrado ser útiles a la hora de ayudar a las personas con discapacidad intelectual a recuperase del abuso sexual.

Terapia individual

Las personas con discapacidad intelectual se pueden beneficiar del tratamiento ideado para recuperarse del abuso o trauma sexual.  Esto es contrario a lo que muchos profesionales creen, por lo que habréis de defender que vuestro hijo reciba tratamiento. Vuestro mayor obstáculo puede ser el encontrar un profesional que pueda trabajar con vuestro hijo. Llamada a vuestra agencia local sobre discapacidad para que localice profesionales que tengan experiencia en su trato con personas con discapacidad cognitiva o que estén recomendados por otras familias. Podéis también intentar encontrar a un profesional que tenga interés por trabajar con vuestro hijo, y después identificar los recursos que ayuden a preparar las sesiones. Un buen punto de partida es el libro de Dennis McGuire y Brian Chicoine: Salud mental en los adultos con síndrome de Down,  o la página de internet de David Pitonyak: www.dimagine.com.

Inicialmente, puede ser útil para un familiar u otro individuo que comprenda bien a vuestro hijo el compartir información con un terapeuta de modo que pueda modificar  y adaptar los abordajes terapéuticos para ajustarlos mejor a las necesidades de vuestro hijo (en lugar de esperar a que se comunique de manera más tradicional). He aquí la información que podéis aportar al terapeuta para que trabaje de la manera más eficaz con vuestro hijo:

  • Aspectos específicos del individuo. Es esencial orientar al terapeuta sobre los niveles funcionales de vuestro hijo. Aunque muchos padres ven a las puntuaciones CI como una reflexión imprecisa (y a veces ofensiva) sobre las habilidades y puntos fuertes globales de su hijo, el comentar sobre  las capacidades cognitivas de vuestro hijo ayuda al terapeuta a adaptar más fácilmente  su lenguaje y sus técnicas al nivel de comprensión de vuestro hijo. es también útil proporcionar información específica sobre las capacidades de lenguaje comprensivo y expresivo así como sobre los estilos de comunicación.
  • Características de la experiencia de abuso. Los profesionales que trabajan con las víctimas de un abuso comprender que los diferentes tipos de experiencias de abuso exigen abordajes distintos. Por ejemplo, si vuestro hijo fue abusado por un familiar, la dinámica de la situación cambia. Si el abuso ocurrió a lo largo de un periodo prolongado de tiempo o por múltiples agresores, serán necesarios distintos enfoques. Comprender los aspectos específicos de la experiencia  de abuso ayuda al terapeuta a trabajar con su hijo con más eficacia.
  • Sistema de apoyo. Será importante identificar a las personas en la vida de vuestro hijo que ofrecen atención y apoyo o tienen relaciones de influencia y son significativas. Puesto que el profesional ofrece información y recomendaciones específicas, quienes apoyan a vuestro hijo pueden ser consultados para modelar conductas o reforzar la información poco a poco de modo que el niño pueda mejorar la comprensión. Por ejemplo, si el terapeuta está trabajando para conseguir que el niño comprenda el concepto de los derechos del cuerpo y del espacio personal, los cuidadores pueden tener que modelar las conductas que se desea conseguir (p. ej., pedir permiso antes de entrar en el espacio de vuestro hijo cuando se requiere ayuda).
  • Preparación para una terapia individual. La mayoría de las personas con discapacidad intelectual forcejean con el lenguaje de los sentimientos y cómo expresarlos, un elemento importante de terapia (Ryan, 1996). Animad al profesional que ha de trabajar con vuestro hijo a que emplee parte del tiempo de preparación a ayudarle a comprender el lenguaje de los sentimientos y los modos de expresarlos. Esto se puede conseguir mediante fotos o dibujos con expresiones faciales, juegos, mimo, lenguaje de signos, música, arte, videos, programas de ordenador, etc.).

Puesto que muchas personas con discapacidad intelectual carecen de información sobre la sexualidad y las relaciones, puede ser útil asesorar el conocimiento de vuestro hijo antes de o muy al comienzo del proceso terapéutico. Claramente, puede ser difícil hablar sobre el abuso si vuestro hijo no comprende lo que es. Los derechos del cuerpo y los límites o fronteras en las relaciones son ejemplos de otros conceptos básicos que puede tener que aprender antes de avanzar en el proceso.

Nuestra hija fue agredida por su hermano cuando tenía seis años. Fue horrible y desagradable. Los encuentros sexuales tenían lugar en nuestra casa cuando estábamos aquí. La policía se vio implicada porque la niña lo contó en la escuela en lugar de decírnoslo a nosotros. Tuvimos que acudir a un abogado e ir a juicio. La niña fue atendida en el centro de agresiones sexuales del Hospital Infantil. Estuve sentada llorando mientras llevaban a mi pequeña y la examinaban con microscopio. Hubimos de pasar por mucha terapia a causa de este incidente. Nuestro hijo también recibió abundante terapia, al igual que toda la familia. Fue muy difícil encontrar un terapeuta para la niña. No hay demasiados terapeutas que traten con niños pequeños con discapacidad que hayan sido abusados.

Otros tipos de Terapia

Cuando la víctima de abuso tiene discapacidad intelectual, a menudo se encuentra más aislada y puede tener una red de apoyos más limitada, lo que supone una mayor carga sobre los cuidadores más cercanos o los familiares. Algunas comunidades grandes ofrecen grupos de apoyo especializados para las personas con discapacidad intelectual que han sido abusadas. El apoyo social que se ofrece en estos grupos puede ayudar a vuestro hijo a sentirse menos aislado. Pero no todos los individuos con discapacidad intelectual son buenos candidatos para esta terapia de grupo. Confiad en el profesional que está trabajando con vuestro hijo para que os guíe sobre si la terapia de grupo está indicada y cuándo convendrá recurrir a ella.

A veces las víctimas de abuso se pueden beneficiar de técnicas terapéuticas que ayudan a la gente a expresarse a sí mismas sin palabras. Música, arte o danza son con frecuencia instrumentos naturales para que la gente cuya expresión verbal es más limitada pueda expresar sus emociones. La terapia musical y la terapia de arte se emplean también para ayudar a las personas sin discapacidad a explorar y expresar sus sentimientos.

Rodear al hijo con relaciones seguras, divertidas, formativas

Las personas en crisis necesitan sentirse seguras y apoyadas durante este momento difícil. Animad a la gente que mantiene una relación amorosa, atenta y dispuesta a ayudar a vuestro hijo a que se muestre divertida y alegre con él. Dejad que el hijo dirija la selección de las personas con las que desea conectar y las actividades con las que se sienta más confortable.

Ejercicio

Muchas personas que han sido abusadas sexualmente experimentan creciente ansiedad, lo que puede terminar en un estado permanente de vigilia. El movimiento, en especial las actividades que aumentan la frecuencia cardíaca, pueden ayudar a reducir el estrés y los síntomas asociados con la ansiedad y la agitación.

Ayudad a vuestro hijo a que comparta su incidente cuando esté preparado

Para la víctima de un abuso sexual, el hablar sobre la experiencia puede resultar beneficioso. Cuando vuestro hijo se sienta preparado, animadle a hablar sobre su experiencia. En una conferencia reciente para autogestores, una mujer joven con síndrome de Down tuvo la valentía de compartir su historia con el fin de ayudar a otros a que tuvieran mayor conciencia sobre su propia seguridad. Ésta es la historia que compartió en la conferencia con sus propias palabras:

Me gustaría contaros un par de relaciones que pensé que eran buenas pero que resultaron no serlo. Me trasladé a mi propio apartamento el  24 de abril de este año. Cuando me trasladé, hube de conocer gente diferente. Conversaban conmigo y fue así como mantenía relación con la mayoría de las personas que vivían en ese complejo.

Este nuevo amigo tenía un órgano y yo tengo un piano y pensamos que podríamos tocar juntos. Me sentía muy excitada con eso. Después tuvimos una comida. Fue divertido, gastándonos bromas y estando juntos. Hicimos también algunos juegos y jugamos a las cartas. Después le pedí que viniera a la iglesia alguna vez y me viera como lectora. Le encantó oírme leer. Después, sólo diez días después de estar en mi propio apartamento, la relación sufrió un cambio total.

Un jueves por la tarde, me pidió que le ayudara con sus compras y yo muy finamente le ayudé. Entre tanto decisió que deseaba que tomáramos el lunch. Antes del lunch me mostró una revista con fotos de chicos y chicas desnudas y teniendo sexo. Entonces me habló de pelar algunas zanahorias y pepinos, de modo que, dijo, vayas al baño, tomes una de las verduras, te la metas y la deslices arriba y abajo. Después añadió: una vez que lo hayas hecho, tomaré las verduras y me las comeré. Me quedé muda y le pregunté qué significaba eso. Después de eso apagó la luz, se fue a su dormitorio y se echó en la cama y dijo: “----- Estoy preparado para que vengas a la cama conmigo”. Sentí pánico y lloré. Dije Jesus, porque soy muy religiosa, y me sacó de la habitación. Simplemente no podía decepcionar a Jesús.

Jesús me dio la fuerza para contárselo a mamá, a papá, a mi sacerdote, al propietario de los apartamentos y a mi cuñada. Llamé a la policía y hablaron con ese hombre. Es todo lo que hicieron. No tomaron ninguna acción. En mi corazón siento que tendría que estar en la cárcel. Conté también el incidente al encargado del complejo de apartamentos y a la Junta Directiva. Nos han dicho a los dos que nos mantengamos apartados uno de otro.

Lo más interesante, tanto esta joven mujer como su madre habían participado en clases de educación sexual durante la educación escolar con el fin de ayudarle a conocer qué se debía hacer durante esta experiencia. Tanto la madre como la hija coincidieron en que la libertad para hablar sobre la experiencia formó parte importante de su recuperación.

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