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Mantener la dieta sin gluten fuera de casa

Mantener la dieta libre de gluten puede resultar costoso a los niños cuando van a la escuela o a casa de un amigo después de la escuela. Lo mejor que puede hacer es enseñar bien a su hijo desde el principio sobre lo que debe comer. Cuando comente con él sobre los temas relacionados con la dieta, utilice los adjetivos “seguros” o “no seguros” para referirse a los alimentos, en lugar de “buenos” o “malos”. Significan lo mismo, pero la etiqueta con que los marcamos va a influir positiva o negativamente sobre la actitud que el niño vaya a desarrollar. Un buen modo de enseñar es decirle que es “alérgico” a ciertos alimentos. Y que si come alimentos seguros, se sentirá más sano.

Si manda a su hijo a visitar a casa de un amigo o un pariente, asegúrese de que comprenden bien la importancia que tiene mantener bien la dieta antes de enviarle. Usted verá si considera oportuno y aceptable que él mismo se lleve algunos de sus alimentos. Y si lo hace, es bonito que incluya cantidad suficiente para su hijo y para su amigo, porque para el amigo puede significar toda una “aventura”: los niños son curiosos y les encantará la oportunidad de verse implicados en algo nuevo.

La enfermedad celíaca es una condición que cualifica para recibir una dieta especial en la comida de la escuela. Habrá de pedirla en los documentos oficiales aportando el certificado médico. En cualquier caso, no se olvide de avisar a los responsables de las comidas en la escuela sobre cuáles son los alimentos seguros para su hijo. Será bueno darles una lista de cuáles lo son y cuáles no lo son.

Igualmente será oportuno que, dentro de la adaptación curricular específi ca que debe hacerse por ser un alumno con necesidades educativas especiales, se incluyan los fines y objetivos necesarios para que aprenda a distinguir y a manejarse con su comida. Por ejemplo:

• Durante la clase de nutrición, pida al profesor que incluya actividades para su hijo que le enseñen en qué parte de la pirámide de alimentos se encuentran los que tienen gluten, y cuáles de los que no tienen gluten están en ese mismo grupo.
• Si recibe intervención logopédica individual, incorpore los nombres de los alimentos que son seguros en su lista de vocabulario.
• Si su hijo es mayor y está aprendiendo algunas palabras funcionales para sus actividades de la vida cotidiana, meta palabras de la lista de alimentos seguros, y los nombres de los ingredientes que aparecen en los envases y que ha de evitar.
• Si sabe que su hijo es de los que intercambia comida con sus amigos, establezca un plan de apoyo conductual positivo relacionado con esta conducta.