Consejos para una lactancia feliz y duradera
Comenzaremos dando una serie de consejos útiles para conseguir una lactancia feliz y duradera.
1. Iniciar la lactancia materna durante la media hora siguiente al parto
Es en este periodo de tiempo cuando el recién nacido presenta una capacidad de succión mejor y un reflejo de búsqueda más intenso. Nada más nacer, se debe permitir que el niño y la madre tengan un primer contacto, piel con piel, colocando al recién nacido sobre el abdomen de la madre. Este primer contacto y el amamantamiento van a facilitar la formación de fuerte vínculo afectivo. Esta práctica debe realizarse también en los niños con síndrome de Down, y únicamente a aquellos que nazcan con problemas graves que precisen actuación médica urgente se les debe privar de este primer contacto.
2. Enseñar a las madres cómo se debe amamantar al niño
La madre debe conocer las ventajas de la lactancia materna y sus técnicas antes de dar a luz a su hijo. Debe recibir información para que afronte estos primeros momentos con más conocimientos, seguridad y confianza en sí misma. Los contactos con otras madres de niños con síndrome de Down que hayan pasado por esta experiencia son también muy útiles. Los principales puntos a tener en cuenta son:
- Mantener un ambiente tranquilo y agradable a la hora de dar de mamar.
- Despertar bien al niño antes de ponerle al pecho. Los recién nacidos con síndrome de Down pueden mostrarse más adormilados los primeros días.
- Mantener una postura correcta, tanto del niño como de la madre. Es recomendable que la madre se encuentre cómoda. El cuerpo del niño debe estar de cara a la madre (ombligo frente a ombligo) de forma que la cara del bebé quede enfrente de la mama. La cabeza estará apoyada aproximadamente en la mitad del antebrazo y no en el codo de la madre. Todo el cuerpo del recién nacido quedará alineado, evitando que el niño tenga que flexionar o rotar la cabeza , porque esto dificulta la succión.
- Estimular la succión. Una vez colocado el niño según las indicaciones anteriores, haremos que el labio superior del niño quede a la altura del pezón, de forma que ambos se rocen. Como respuesta, después de unos segundos, el niño abre mucho la boca (reflejo oral de búsqueda).
- Cuando el niño tenga la boca bien abierta, es cuando la madre aproximará más al niño hacia su pecho, moviendo a la vez todo el cuerpo del niño y no sólo la cabeza. De esta forma el niño no sólo cogerá el pezón sino que introducirá gran parte de la areola en su boca. Esto aumenta la eficacia de la succión y además evita que se lastime el pezón.
- Dejar al niño que mame el tiempo suficiente hasta que vacíe el pecho y se separe espontáneamente. Los niños con síndrome de Down pueden tardar más que otros niños debido a su hipotonía y no se les debe retirar a los 10 minutos para pasarles al otro pecho, ya que la composición de la leche varía del principio al final de la tetada. Al principio de la toma, la leche es rica en proteínas e hidratos de carbono, mientras que al final lo es en grasas. Por esta razón, si no permitimos que tomen el pecho el tiempo suficiente para ingerir la leche del final de la tetada, el niño tomará menos grasa, con lo que quedará menos saciado y ganará menos peso.
- Si el niño queda profundamente dormido mientras toma sin soltar el pezón, podemos retirarle del pecho introduciendo con cuidado el dedo meñique por la comisura bucal del niño para ayudarle a que se suelte sin lastimar el pezón.
- Darle de mamar frecuentemente, a demanda del niño, incluso si hace poco que acaba de darle de mamar. Los niños con síndrome de Down, debido a su hipotonía, lloran y patalean menos y por lo tanto pueden reclamar el pecho de una forma menos intensa que otros niños. Por ello, se les debe estimular con frecuencia, intentando ponerles al pecho los primeros días al menos unas 7 veces al día.
- Conviene ir alternando el pecho que se le ofrece en primer lugar en cada toma.
3. Otros consejos
- Para facilitar la lactancia materna es importante que la madre se encuentre descansada. El reposo resulta por tanto fundamental. Además del sueño nocturno, es conveniente buscar a lo largo del día momentos de descanso de 1 hora para recostarse o al menos relajarse.
- Los recién nacidos correctamente amamantados no necesitan suplementos de suero o biberón de forma rutinaria. Estos suplementos disminuyen la producción de leche y producen confusión tetina-pezón en el recién nacido dificultando que aprenda a mamar.
- La alimentación de la madre debe ser equilibrada y con suficiente aporte de líquidos.
- Resulta de enorme utilidad que las madres se pongan en contacto con otras madres de niños con síndrome de Down que hayan pasado por la experiencia de amamantar a sus hijos. A ser posible, este contacto se debe establecer ya antes del parto y durante el ingreso en el hospital. También es necesario que la madre reciba el apoyo profesional necesario.